Felicidad Garcia

 

Felicidad Garcia
Felicidad Garcia

Felicidad García Bienzobás (Salamanca, 1916)

Nace en Salamanca. Su padre, doctor en Química y profesor de física y química, es de Izquierda Republicana. Un tío suyo participa en la fundación del PC en Salamanca, y otro ejerce de Subsecretario de Marina y Agricultura durante la Segunda República. En este ambiente familiar, la conciencia política se le despierta durante la adolescencia. En octubre de 1935 acude con su padre al mitin de Azaña en Comillas.

En julio de 1936, al producirse la sublevación fascista, Felicidad se encuentra veraneando en Candelario, en su provincia natal, con toda su familia. Menos de un mes después del golpe, el 10 de agosto, es detenida junto a su padre y hermanos por el jefe de Falange de Béjar. Son llevados al ayuntamiento, donde los amenazan y multan. Después son puestos en libertad siendo advertidos de que si llegara alguna otra denuncia, no tendrían la misma suerte. Y en efecto, tres días más tarde vuelven a ser detenidos por un grupo de falangistas, varios de los cuales habían sido alumnos de su padre. En esta ocasión son encerrados en el castillo de Béjar durante toda la noche y obligados a ingerir aceite de ricino. Allí, su padre y su hermano son torturados. Felicidad y su hermana Pilar son obligadas a  presenciarlo. A las 7 de la mañana son puestos en libertad diciéndoles que han de abandonar la provincia enseguida si no quieren sufrir más represalias.

Toda la familia marcha a casa de una tía en Alcántara, en la provincia de Cáceres, donde el padre de Felicidad vuelve a ser detenido y encarcelado. Allí, todas las noches, varios presos son llevados al puente por grupos de falangistas, donde son fusilados y arrojados al río Tajo, y Felicidad acude cada mañana a la cárcel con la incertidumbre de si encontrará o no a su padre con vida.
Varios meses después, es puesto en libertad y marcha toda la familia a Cáceres. Su padre consigue trabajo en Salamanca y su hermana Pilar en Burgos. Felicidad se queda en Cáceres con el resto de sus hermanos, su madre y su tía. Cuando van a marchar a Salamanca a reunirse con su padre, este vuelve a ser detenido y encarcelado. Ello les hace cambiar de planes, y deciden ir a Burgos al encuentro de su hermana Pilar, pero al llegar allí descubren que ésta también está en prisión y deciden quedarse allí para ayudarla en lo que puedan. Pilar consigue salir en libertad pero días más tarde vuelve a ser detenida, esta vez además junto a Felicidad y su hermano Eduardo.
Son juzgados en juicio sumarísimo junto a su padre, con petición de pena de muerte y finalmente condenados a 30 años de prisión.

Permanecen un tiempo en la prisión de Salamanca y luego el padre y el hermano son trasladados a la de Burgos, mientras que Felicidad y Pilar son llevadas a la de Saturrarán, donde han de dormir en un desván, tapadas con periódicos. Allí contrae una enfermedad de garganta que se le hace crónica. La madre superiora al cargo de la prisión de Saturrarán, junto al Administrador, se encarga de vender de extraperlo y para su propio beneficio la comida que le es enviada para alimentar a las presas. En su lugar, alimenta a las presas con una sopa hecha a base de lo que las monjas recogen de los caseríos que hay en los alrededores. Felicidad sale de dicha prisión con 40 kilos de peso. En ese tiempo se produce en la prisión una epidemia de tifus que causa 12 bajas entre las presas.

El 30 de junio de 1941, después de haber pasado 4 años y medio encarcelada, sale en libertad gracias a un indulto. Se va a Madrid a reunirse con su hermano y su padre, que han salido ya en libertad. Encuentra que su padre sufre demencia y su hermano una afección en el estómago.

Felicidad consigue un trabajo de taquimecanógrafa en la editorial de Saturnino Calleja. Entabla relación con un médico compañero de su hermano, pero al poco de comenzar el noviazgo es detenido por haber curado a un guerrillero herido de bala y ha de pasar 2 años y medio en prisión, primero en Carabanchel y luego en Yeserías. El noviazgo transcurre a través de visitas que Felicidad va haciendo a las distintas prisiones. Al salir en libertad, se casan. Posteriormente, tendrán dos hijos.

Ha superado un cáncer de mama, tres operaciones de cadera y ha sido atropellada por un coche en dos ocasiones. Se muestra crítica con la transición, que considera una derrota. Desde 1998 vive en Rivas Vaciamadrid, donde ha participado en campañas de apostasía al calor de la Oficina de Derechos y Libertades abierta en dicho municipio. Continúa defendiendo los mismos ideales republicanos.

Fuentes:

  • Testimony of Felicidad García Bienzobas, Interview with Luis Martin-Cabrera and Andrea Davis; August 1, 2008. Spanish Civil War Memory Project. University of California.
  • Entrevista a Felicidad García , 16 marzo 2010.